Por fin tienes un rato libre, estabas deseando este momento durante horas o incluso días, te sientas en la silla y sacas tus artilugios, te quedas mirando esa página en blanco que te reta a que la llenes de las palabras que tendrá esa mágica historia que te hará llegar a la cima del mundo y... no se te ocurre nada. Seguramente estabas tan enfocado/a en tener tiempo para ti que ni siquiera se te había pasado por la cabeza lo que ibas a comenzar a escribir, creo que eso nos pasa a la gran mayoría y no es nada para preocuparse ni pensar "¡¿Por qué a mí?!".
Luego del drama que tu mente puede llegar a montar tratando de encontrar algún resquicio de algo original, chulo y novedoso seguramente llegues a algún artículo como este, lo que está genial pues entre escritores frustrados nos entendemos y apoyamos, para eso estamos. Sin más dilación, pasaré a enumerar ciertos hábitos que a mí me han ayudado a la hora de buscar mi musa.
1. ¿BUSCAR LA INSPIRACIÓN O DEJAR QUE TE ENCUENTRE?
Para esto Picasso nos dejó una frase que por lo menos a mí me hizo pensar y mucho, "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.", después de leerla mi mente empezó a sacar conclusiones... ¿Acaso los escritores no estamos siempre trabajando?, nuestra imaginación es nuestra herramienta de trabajo y no es por nada pero esta nunca tiene descansos ni vacaciones sino que nos acompaña las veinticuatro horas del día en los buenos y malos momentos pero no solemos apreciarlo. La imaginación no es alfo físico que podamos ver o tocar, no es como un lápiz o una libreta, por eso a veces se infravalora su poder y se omite su existencia pero está ahí y hay que tenerla en cuenta.
Finalmente solo me queda preguntaros, ¿Qué opináis al respecto?, ¿Creéis en ciertas técnicas para encontrar la inspiración?. Me encantaría compartir opiniones. ¡Un saludo!
